jueves, 15 de septiembre de 2016

A prisión dos compliance officers del sector alimenticio


En el blog de Michael Volkov, se ha publicado un post con la ratificación en segunda instancia de una condena a un compliance officer de una empresa alimenticia por el brote de salmonela que en 2010 afectó a unas 56.000 personas.

Enlace al artículo (en inglés) AQUÍ.

Enlace a la sentencia de la segunda instancia AQUÍ.

Hay una serie de preguntas habituales en todo curso o seminario de compliance en nuestro país, y no es otra que si puede haber responsabilidad penal del compliance officer.

La Circular de la Fiscalía General del Estado 1/2016, en el apartado 5. 4 (f. 49 y ss, considera que cabe dicha responsabilidad penal (correctamente en mi opinión):
Es preciso realizar, por último, una referencia a la posición del oficial de cumplimiento en relación con su responsabilidad penal y la de la persona jurídica. Por un lado, el oficial de cumplimiento puede con su actuación delictiva transferir la responsabilidad penal a la persona jurídica a través de la letra a) puesto que, como se ha dicho, está incluido entre las personas que ostentan facultades de organización y control dentro de la misma. Por otro lado, puede ser una de las personas de la letra a) que al omitir gravemente el control del subordinado permite la transferencia de responsabilidad a la persona jurídica. En este supuesto, la omisión puede llevarle a ser él mismo penalmente responsable del delito cometido por el subordinado. Finalmente, si el oficial de cumplimiento omite sus obligaciones de control, la persona jurídica en ningún caso quedará exenta de responsabilidad penal (condición 4ª del art. 31 bis 2).

De conformidad con este planteamiento, la exposición personal al riesgo penal del oficial de cumplimiento no es superior a la de otros directivos de la persona jurídica. Comparativamente, su mayor riesgo penal sólo puede tener su origen en que, por su posición y funciones, puede acceder más frecuentemente al conocimiento de la comisión de hechos delictivos, especialmente dada su responsabilidad en relación con la gestión del canal de denuncias y siempre que la denuncia se refiera a hechos que se están cometiendo y que, por tanto, el oficial de cumplimiento pueda impedir con su actuación”.

Estamos hablando, claramente, de la posición de garante y, por tanto, de la responsabilidad en comisión por omisión.

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3 comentarios:

  1. Si la posición del Compliance Officer es la que indica la Fiscalía General del Estado, entonces su responsabilidad debe terminar en el instante en que el Consejo de Administración de la empresa toma una decisión sobre una cuestión de Compliance, sea cual fuere la decisión que tome. Eso es lo lógico, puesto que el Compliance Officer es sólo un empleado y un empleado que asesora; no es el dueño de la empresa, ni tiene facultades directamente ejecutivas (salvo, en su caso, sobre los Compliance Officers que pueda tener por debajo de sí y sólo en relación al ejercicio de la función de Compliance). Además, la función de Compliance requiere que la empresa, a todos los niveles, vea al Compliance Officer como una ayuda, como alguien en quien puede confiar plenamente. Eso es lo que permite que el Compliance Officer reciba del personal de la empresa toda la información necesaria para poder hacer su trabajo. Es por ello que yo apoyo la tesis de quienes afirman que el Compliance Officer debe estar sujeto a secreto profesional. Dicho de otro modo: No se puede soplar y sorber al mismo tiempo. Al menos, si se quiere que el Compliance en España tenga futuro y sea eficaz. Mariana F. P.

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  2. Juan Antonio,
    A la vista de la sentencia, y salvo confusión mía, no veo que tengan que ver los condenados con la profesión de compliance en sentido estricto. Tal parece que se trata de los propietarios de la empresa, uno de ellos ocupando el cargo de Director de Operaciones de la misma que era quien "coordinaba" tareas de prevención.
    En definitiva o bien administradores o directivos con capacidad de decidir.
    Luis Avila

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  3. Las competencias autónomas de iniciativa y control también sobre el órgano de administración le dan al compliance officer una posición jurídica determinada en cada supuesto

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