Para celebrar el primer año de este blog, nos hemos
propuesto escribir sobre el azote de unas 4-5.000 personas al año, que son las
oposiciones a Jueces y Fiscales, conocidas, de forma reduccionista, como
“Judicaturas”. En todo caso, vamos a intentar también ir desmitificando algunas
cuestiones del día a día.
Contenido:
Las oposiciones consisten en la superación de tres
exámenes, uno de tipo test y dos orales todos ellos eliminatorios.
El test se basa en la superación de una nota de
corte que nadie conoce al ir a examinarse que se determina por el Tribunal nº 1
cuando se conocen, por ellos mismos, el resultado. El test surgió como medida
de ahorro de dinero y tiempo ya que estaba muy extendida la costumbre, cuando
sólo existían exámenes orales, de no comparecer en el acto numerosos
opositores, provocando esperas a los que sí querían ser oídos y no siendo
extraño que a veces apareciese uno de los diez citados, con lo que en gastos de
dietas y personal cruzado de brazos suponía. El test ha pasado ya por dos
fases: 1) El primer año, en el que se estableció una nota de corte de 80
puntos, teniendo en cuenta que cada 3 falladas te resta 1 acertada, supuso que,
además de lo duro que fue ese año, no llegasen a tener suficientes opositores
para los exámenes orales. 2) Años más normales, con la nota de corte por los
suelos (del tipo 55 puntos para aprobar), donde se hace limpieza de
incomparecientes y gente con un nivel realmente bajo.
La mejor manera de preparar el test es simple y
llanamente leer y leer artículos del Código Civil, Penal, Constitución, LEC,
etc. Para evitar impugnaciones lo más sencillo es que la respuesta correcta
encaje con la literalidad de la norma, puesto que todo lo que sea
interpretativo puede dar lugar a varias respuestas admisibles en Derecho.
Los examen orales están divididos en dos partes. La
primera con un tema de teoría general (un popurrí de constitucional,
internacional público y comunitario y fuentes del derecho), dos de civil y dos
de penal (uno parte general y otro parte especial). Según he leído, han
reducido el tiempo de exposición a 12 minutos y ahora permiten tanto la
conservación del anterior examen aprobado un año, en el test sin restricciones
y en el primer oral con alguna condición, aunque hay que ir a las bases de cada
convocatoria concreta. El segundo examen se divide en dos temas de procesal
civil, uno de procesal penal, uno de mercantil y uno a sorteo entre laboral y
administrativo.
Según se decía en mis tiempos mozos, en el primer examen
la primera pregunta es la que te mantiene dentro (ya que se elimina bastante a
gente a la que ya se le detectan lagunas), el civil da el aprobado y el penal
la nota.
¿Cómo se prepara el examen?
El primer requisito e ineludible es haber acabado la
carrera de Derecho. Si bien hay gente que ya durante la misma para preparando
la oposición, fenómeno que se ve más en las oposiciones a notarios y
registradores, lo habitual es comenzar tras los meses del verano al haber
acabado el último curso. Quizás el preparativo más importante consiste en
buscar al preparador con tiempo, puesto que es la persona que va a encauzar el
desarrollo como opositor.
La elección de preparador es fundamental, dado que el
opositor se juega sus próximos años y pese a que el estudio es cosa suya, que
le adviertan los fallos de exposición, de memorización y las cosas que no
pueden faltar en los temas es cosa del preparador, y que un preparador te diga
que todo sale muy bien, desde luego, no es nada bueno. Es muy importante dar
dos días a la semana temas ante el preparador, puesto que obliga al opositor a
mantener la tensión mucho más alta a lo largo de la semana.
De la preparación se puede hablar:
Desde el punto de vista de la formación. Es muy
importante que, desde el comienzo, el opositor empiece a “cantar” los temas en
voz modo examen puesto que no es la mejor idea improvisarlo ante los miembros
del tribunal. Para ello es imprescindible también hacerlo con el propio
cronómetro en mano, para ir midiendo los tiempos. Es esencial esta medida para
prevenir los temas que están rematadamente mal expuestos, artículos mal
memorizados y ver, además, qué temas se quedan cortos o largos de tiempo. Lo
más importante es memorizar artículos. A cualquiera que se le diga lo contrario y a
cualquier opositor al que no se le insista en eso se le está mintiendo. No hay
color entre el examinando que empieza diciendo “bueno, sí, la propiedad es, ya
se sabe, el derecho que”, y el que suelta el artículo literal. Ya ni hablamos
de cuando se sueltan “en modo metralleta”, puesto que el tribunal tiene sus códigos
delante y es más agradecido con el opositor que suelta las cosas literales
frente al que lo hace “a su manera”.
Desde el punto de vista personal y familiar:
Las oposiciones son muy exigentes no sólo desde el
deber de memorización y estudio, sino también desde el personal. En primer
lugar porque el opositor está trabajando y sin cotizar a la SS, no ingresa para
su familia ni para él mismo y su futuro es probabilísticamente incierto.
Teniendo en cuenta que la media para aprobar la oposición es de cinco años (lo
que supone que algunos tardan 3 pero otros muchos más años), además de la
paciencia y estudio necesario es necesario imponer, al menos, 8 horas de
estudio 6 días a la semana y procurar hacer algo, por poco que sea, el séptimo
día. Por supuesto, en “temporada alta” opositoril debe subirse la media de
horas a 10-12 diarias.
La familia más estricta, padres y hermanos, tienen un
deber secundario muy importante, que es el de intentar garantizar un estudio
sin interrupciones (ruidos, etc) y una disciplina absoluta de horarios de
despertarse, desayuno, comida y cena. La disciplina lo es todo en la oposición.
Hay opositores que han superado su prueba en las bibliotecas universitarias (en
palabras de un catedrático las “ligotecas”). A título personal, yo no hubiera
podido por descentrarme, pero cada uno debe buscar su mejor opción.
También debo destacar que, en mi caso concreto, una
parte importante de la oposición se la debo a mi padre, el cual tuvo la
valentía y/o temeridad de tomarme muchos temas, sin ser licenciado en Derecho,
para ayudarme y en menor medida para asegurarse de que estuviera centrado. Como
ya decía antes, es importante recitar los temas a alguien, si es jurista mejor,
para que pueda advertirte de una manera sincera los fallos, sea un padre, un
coopositor o el gato, pero lo importante es ensayar.
En otro orden de cosas, en cuanto a las relaciones
sociales, estas caen en picado. Al tener un horario estricto, más si se está en
épocas de exámenes, debe desaparecer el trasnochar, puesto que si se está
molido no se estudia nada y se ha de ser fuerte con las amistades que no
comprenden que debas dejarles pronto o que no puedes quedar entre semana a la
hora que a ellos les apetece. La disciplina conlleva estas cosas.
(Fotografía: Como si se tratase de un oasis, hay casos
médicamente constatados de opositores que empiezan a ver cronómetros por todas
partes)
Los libros de estudio:
Para estudiar son necesarios los códigos legales, el
cronómetro, el BOE con los temas del programa y los libros de preparación. Hay
varias editoriales jurídicas que publican libros de oposiciones preparados al
efecto. Sin perjuicio de que, a priori, todos son buenos, la gente por sistema
acaba comprando los rojos, cuya marca no publicitaremos, cuyo nombre todos conocen.
Además, el opositor, normalmente cuestión que queda delegada en el preparador,
ha de estar al día en las actualizaciones legales, por ejemplo del Código
penal.
Es también importante que el opositor aprenda a
hacerse sus propios resúmenes de los temas para los repasos, que cada vez, si
están bien hechos, deben dejar menos tiempo para cada uno de ellos; ideal si,
además, están hechos a ordenador, puesto que permite ir haciendo correcciones y
ajustarlos a 1 folio, con lo que los últimos repasos se hacen más fáciles. Ni
que decir tiene que esos resúmenes permiten repasar con calma en la misma
puerta del tribunal mientras pasan otros opositores, mientras que ir con los
libros de cada materia es inviable.
Por último, es importante buscarse un hobby para los días
libres, el que sea, siempre que sirva para desintoxicar la cabeza. Además y
esta es la peor parte de las oposiciones, es importante conservar la calma, ya
que suele ser muy habitual ganar o perder muchos kilos, en función de si uno se
pone muy nervioso y empieza a hacer visitas desmedidas al frigorífico o por el
contrario no come nada con los nervios y ponerse una meta para superar la
oposición en X años. Esto es así porque, además de la sangría económica que
suponen las oposiciones, sin perjuicio de los préstamos bancarios que se
previeron para esto (que no sé si siguen vigentes), el opositor que no logra su
propósito se puede ver en la treintena y sin tener nada, sin haber siquiera
cotizado a la Seguridad Social y sin tener hecho el acceso a la abogacía, campo
en el que, por otro lado, es complicado abrirse hueco.
Por tanto, en consecuencia, lo importante es la
disciplina y seguir unas pautas de estudio óptimas. Les deseo mucha suerte a
todos aquellos opositores que de una manera u otra conozco, puesto que “la
incomprensión del opositor”, es algo que sólo otro opositor y sus familias
conocen y pese a lo duro que es, hay un premio en el más allá, con lo que el
esfuerzo habrá valido la pena. Dejo, a título de ejemplo, este enlace a Justicia
Imparcial, para el que quiera verlo desde otra perspectiva.
Nota (26-IV-2015): Después de meditarlo bastante, he decidido volver a preparar opositores a "judicaturas" (jueces y fiscales). Ya preparé a la que es ahora una exitosa fiscal en mi primer destino, Santiago de Compostela, y creo que en La Coruña puedo hacer idéntico papel, dado que siempre me ha gustado la faceta de la enseñanza. Para cualquier interesado, dejo el correo enocasionesveoreos@gmail.com como punto de contacto.
Nota (26-IV-2015): Después de meditarlo bastante, he decidido volver a preparar opositores a "judicaturas" (jueces y fiscales). Ya preparé a la que es ahora una exitosa fiscal en mi primer destino, Santiago de Compostela, y creo que en La Coruña puedo hacer idéntico papel, dado que siempre me ha gustado la faceta de la enseñanza. Para cualquier interesado, dejo el correo enocasionesveoreos@gmail.com como punto de contacto.
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Hola, queria hacer una pregunta sobre este tema de las oposiciones a jueces y fiscales.
ResponderEliminar¿Que se hace tras aprobar la oposicion y empezar la carrera fiscal?
He leido por ahi que se entra en una escuela judicial y son 2 años o algo asi.
Queria saber si para un fiscal tambien es asi
Muchas gracias.
No. Para jueces es un año en la escuela en Barcelona más otro en prácticas, normalmente de donde son de origen. En fiscales es medio año en Madrid y otro medio en prácticas. Saludos.
EliminarHoy en día no hay oposición fácil, antes eran algo más asequibles para todos pero conforme está la oferta y la demanda no queda nada por lo que no tengas que luchar antes...
ResponderEliminarBuenas tardes, en primer lugar muchas gracias por este fantástico resumen de todo lo que atañe a las oposiciones!!
ResponderEliminarPor otro lado, me gustaría solicitar información sobre preparadores en Madrid. Prepara gente en la capital? Estoy interesada en empezar este año y estoy un poco perdida.
Muchas gracias, un saludo
Yo buscaría un fiscal que preparase en Madrid y mi primera opción sería Salvador Viada, fiscal del TS, cuyo correo es salvador.viada@gmail.com
EliminarPues muchísimas gracias de verdad. Me apunto el correo, mil gracias por la información y por el blog en general, puesto que me parece super interesante el trabajo que haces a la par que de gran utilidad. Un saludo!!
ResponderEliminarHola. Gracias por todo esto. Quien me recomendaría para prepararme en Murcia? Si pueden ser dos mejor por si uno falla. Muchas gracias
ResponderEliminarEstimado Sr.
ResponderEliminarEn primer lugar felicitarle por el blog, está muy bien.
En mi caso, comienzo ahora a preparar la oposición de jueces y fiscales, con 40 años, y trabajando de gestora procesal en un juzgado.
Cuando estudiaba la carrera quería ser fiscal, pero no pude preparar las oposiciones por motivos económicos, y por ello decidí preparar otras oposiciones y en cuanto tuviera plaza fija, ir a por jueces y fiscales.
Por ello, hasta hace poco tiempo he estado preparando auxiliares y administrativos y Secretarios e Interventores de ayuntamientos, pero tras muchos años de intento y no conseguirlo, y tras comenzar hace poco a trabajar en juzgados, he decidido retomar mi antigua ilusión, ya que en este caso económicamente me lo puedo permitir (y ahora lo que me faltaría es tiempo).
Me gustaría saber si ha conocido a gente que haya conseguido ser juez o fiscal ya también con 40 años o más, y trabajando como es mi caso.
Yo no partiría de 0 en la oposición, ya que toda la parte de constitucional y administrativo la llevo, y el cante oral igual, ya que en Secretarios e Interventores de Ayuntamientos el 2º examen era oral también (4 temas y 10 min por tema).
He conocido varios casos de personas que han superado las oposiciones con más de cuarenta, e incluso cincuenta años, con lo que aún no es imposible.
Eliminar¡Mucha suerte!
Buenos días!! Qué maravilla de blog!!! Yo paso de los 30 y aquí estoy planteándome hacer estas oposiciones. Quiero creer que nunca es tarde. Por lo que he leído, ¿ usted sólo prepara en ciudad de la Coruña?
ResponderEliminarSi y ya no lo hago. Si deseas de otra ciudad, dímelo que conozco a bastantes preparadores buenos por toda la geografía. Un saludo
Eliminar¿ Ya no prepara oposiciones? Soy de Santiago de Compostela y quisiera encontrar un preparador aquí o cerca de aquí
ResponderEliminarTal y como decía en el otro comentario, no, no preparo opositores.
Eliminar¿Conoce algún preparador bueno en Coruña para preparar estas oposiciones?
EliminarLo cierto es que no, lo siento
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