ASÍ NOS VEN EN ALEMANIA
La verdad sin disimulos.
ADVERTENCIA: Traducción de un artículo publicado en varios
periódicos económicos alemanes, por Stefanie Claudia Müller, su corresponsal en
España:
*Stefanie Claudia Müller es corresponsal alemana en Madrid y
economista.
Hoy, se encuentran en Madrid
los gobiernos de Alemania y España, acompañados de un nutrido grupo de
empresarios, y donde seguro hablarán sobre las condiciones para poder otorgar
más ayudas financieras a España o a su sistema bancario. En los dos lados se ha
elevado el tono en los últimos meses y es con gran expectación que España
espera ahora la decisión que va a tomar el Tribunal Constitucional alemán, que
esa sí es crucial, el día 12, sobre la conformidad o no del rescate europeo y las
obligaciones derivadas para los alemanes. En Alemania crece la critica contra
la supuesta "mentalidad de fiesta" de los españoles; en España los
medios cada vez son más negativos con la supuesta dureza de la canciller
Merkel. Pensamos que la situación es mucho más compleja de lo que presentan
ambos gobiernos y la mayoría de los medios. España no es Grecia, pero España
puede ser un paciente crónico si Alemania, junto con Europa, no contribuye a
solucionar sus verdaderos problemas. Para no perpetuar la crisis y endeudar a
los españoles durante generaciones, el Gobierno español debe reformar a fondo
la administración de las comunidades autónomas y los ayuntamientos, en su
mayoría en bancarrota y completamente fuera de control, sometiendo a referéndum
el modelo de Estado. Este tema es la clave del futuro de España, porque España
no debería recibir más dinero sin que se cambie a fondo el sistema político y
económico, hoy en manos de una oligarquía política aliada con la oligarquía
económica y financiera, y sin que se aumente la participación ciudadana real en
las decisiones políticas las regiones, ayuntamientos y diputaciones son los
responsables de los dos tercios del gasto público -234.000 millones frente a
118.000 el Estado en 2011-, excluyendo la Seguridad Social -23.000 millones-, y
este gasto se realiza en condiciones de descontrol, despilfarro y corrupción
totalmente inaceptables. Las razones verdaderas de la crisis del país, en
consonancia con lo dicho, nada tienen que ver con salarios demasiado altos -un
60 % de la población ocupada gana menos de 1.000 euros/mes-, ni pensiones
demasiado altas -la pensión media es de 785 euros, el 63% de la media de la UE-
15- ni pocas horas de trabajo, como se ha trasmitido a veces desde Alemania. A
España tampoco le falta talento, ni capacidad empresarial ni creatividad. Tiene
grandes pensadores, creativos, ingenieros, médicos excelentes y gestores de
primer nivel.
La razón de la enfermedad de
España es un modelo de Estado inviable, fuente detodo nepotismo y de toda corrupción,
impuesto por una oligarquía de partidos en connivencia con las oligarquías
financiera y económica, y con el poder judicial y los organismos de control a
su servicio. En España no existe separación de poderes, ni independencia del
poder judicial, ni los diputados representan a los ciudadanos, solo a los
partidos que los ponen en una lista. Todo esto lleva también a una economía
sumergida que llega al 20% del PIB y que frena la competencia, la eficacia y el
desarrollo del país. Además, detrae recursos con los que podrían financiarse
educación y sanidad. Las ayudas para España, igual que para otros posible
candidatos de rescates, no deben ir a bancos ya casi en bancarrota y
fuertemente politizados. En la CAM, el Gobierno ha comprometido 16.000 millones
de dinero público en lugar de cerrarla; en Bankia, 23.000, y el Ejecutivo acaba
de darle 5.000 millones urgentemente para cubrir pérdidas en vez de cerrarla, y
además de forma tan extraña que despierta todo tipo de recelos.
Control estricto y duras
condiciones. Ya el caso de Grecia ha demostrado que las ayudas europeas tienen
que estar vinculadas a un control estricto y condiciones duras. Esas
condiciones no pueden solamente representar recortes sociales o subidas
brutales de impuestos, como hace ahora el Gobierno de Mariano Rajoy con la
excusa de Europa . Se tiene que cambiar más en España que cortar gasto social,
que de todos modos es mucho más bajo que en Alemania, y hay otros gastos
infinitamente más relevantes que se pueden eliminar. La pasada semana el
ministro de Industria Soria -imputado también por corrupción urbanística en
Canarias- Y con esto se tiene que acabar, entre otras cosas, porque ya no hay
dinero. Los últimos datos de las cuentas públicas conocidos la pasada semana
son escalofriantes. El déficit del Estado a julio ascendió al 4,62% del PIB,
frente a un déficit del 3,5% comprometido con la UE para todo el año (del 6,3%
incluyendo regiones y ayuntamientos). El tema del déficit público es algo que
roza la ciencia ficción, y que ilustra perfectamente la credibilidad de los dos
últimos gobiernos de España.; a finales de diciembre, el nuevo Gobierno dijo
que le habían engañado y que el déficit era superior al 8%, y que se tomaba
tres meses para calcularlo con toda precisión. A finales de marzo, se dijo que
definitivamente era del 8,5%, y ésta fue la cifra que se envió a Bruselas. Dos
semanas después, la Comunidad de Madrid dijo que sus cifras eran erróneas y el
Ayuntamiento de la capital igual... el déficit era ya del 8,7%.
¿Por qué se ha utilizado el
dinero de los españoles (FROB) en vez de esperar los fondos de la UE? Es lícito
suponer que la razón es la siguiente: los bancos no quieren que la UE
investigue sus cuentas Además, los casos de corrupción resultan tan
escandalosos, incluso en el propio Gobierno, que uno solamente puede llegar a
una conclusión: el dinero de Europa no puede ser manejado por personas tan
increíblemente corrompidas. Acusó al ministro de Hacienda en el Consejo de
Ministros de favorecer descaradamente a la empresa líder de renovables,
Abengoa, de la que había sido asesor, en la nueva regulación de estas energías,
que reciben más de 7.000 millones de euros de subvenciones anualmente. Y Rajoy,
al que entregó una carta probatoria, ni dijo ni hizo absolutamente nada. No
puede permitirse por más tiempo este nivel de corrupción, y menos aún a 17
regiones funcionando como estados independientes, con todos los organismos
multiplicados por 17, desde 17 servicios meteorológicos a 17 defensores del
pueblo, con 200 embajadas, 50 canales de TV regionales en pérdida, 30.000
coches oficiales o 4.000 empresas públicas que emplean a 520.000 personas,
creadas específicamente para ocultar deuda y colocar a familiares y amigos sin
control ni fiscalización alguna. En conjunto, unos 120.000 millones,
equivalentes al 11,4% del PIB, se despilfarran anualmente en un sistema de
nepotismo, corrupción y falta de transparencia.
Pero lo realmente inaudito
es que España está gastando el doble de lo que ingresa. 101.000 millones de
gasto a julio frente a 52.000 millones de ingresos, y precisamente para poder
financiar el despilfarro de regiones y ayuntamientos, que no están en absoluto
comprometidos con la consolidación fiscal. En noviembre de 2011, el anterior
Gobierno dijo que el déficit público era del 6% del PIB. Sin embargo, la semana
pasada el INE dijo que el PIB de 2011 estaba sobrevalorado y, con la nueva
cifra, el déficit era del 9,1%; dos días después, Valencia dijo que su déficit
era de 3.000 millones más; o sea, que estamos en el 9,4% y las otras 15 CCAA y
8.120 ayuntamientos aún no han corregido sus cifras de 2011. Lo único que
sabemos es que están todas infravaloradas. Como dice el Gobierno de Rajoy,
“estamos en la senda de convergencia”. Y es verdad... de convergencia hacia
Grecia. Claramente, la joven democracia española tiene todavía muchos déficits
de representatividad y de democracia que deberían interesar a la canciller
Merkel y también a Europa, si queremos evitar una Grecia multiplicada por cinco
y salvar el euro. Esto es lo que ha hecho posible el despilfarro masivo de las
ayudas europeas, con una asignación disparatada de las mismas, a pesar de que
estas ayudas han supuesto una cifra mayor que la del Plan Marshall para toda
Europa.
Resumiendo: no es una falta
de voluntad de trabajo, como se piensa tal vez en algunos países del norte de
Europa, lo que hace que España sufra la peor crisis económica de su Historia.
La crítica del Gobierno alemán y sus condiciones para un rescate de España se
deberían concentrar en la solución de esos problemas. El déficit real de 2011
puede estar por encima del 11%, por lo cual en 2012 se está gastando el doble
de lo que se ingresa. Es frustrante que a causa de este sistema oligárquico
nepotista y corrupto se destroce talento y creatividad y que ahora muchos
jóvenes se vean forzados a trabajar fuera, muchos en Alemania. Esa situación
nos ha llevado a una distribución de riqueza que es de las más injustas de la
OECD. La antaño fuerte clase media española está siendo literalmente
aniquilada. Es un sistema corrupto e ineficiente. En caso contrario, solo
conseguirán que una casta política incompetente y corrupta arruine a la nación
para varias generaciones.
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