No
es habitual encontrar sentencias de contrabando y menos entre la jurisprudencia
del TS, principalmente porque la primera instancia se da ante los Juzgados de
lo Penal y la segunda ante las Audiencias Provinciales. Sin embargo, en la que
se va a presentar, como quiera que hay funcionarios implicados, Guardias
Civiles, están aforados en la primera instancia ante la Audiencia y,
consecuentemente, la segunda instancia es ante el Tribunal Supremo.
La
STS 6560/2013, de 19-XII, ponente Excmo. Luciano Varela Castro, ratifica la
condena impuesta por la Audiencia de Sevilla contra siete miembros de la
Guardia Civil de la capital hispalense que, en síntesis y repartiéndose las
tareas entre ellos, iban a recibir un contenedor marcado en el puerto de
Sevilla en el que dentro iba a venir un número enorme de cajetillas (al final
375.000, valorada la defraudación aduanera en 1.903.296 €). Para que el plan
saliese perfecto tenían que conseguir pasar el filtro de la propia institución,
con lo que uno de ellos le ofreció 6.000 € a un subordinado para que dejase
pasar el referido contenedor. Sin embargo, el agente dio parte a sus
superiores, que iniciaron las diligencias y consiguieron las interceptaciones
telefónicas oportunas. El contenedor pasó el filtro, a través del llamado “circuito
verde”, recogió el mismo un camionero que, llegado a una gasolinera, contactó
con otro de los condenados y desde allí se llevó a un almacén, donde se
“reventó” la operación seguida a través de dispositivo camuflado. Es de reseñar
que el contenedor fue enviado desde Las Palmas de Gran Canaria bajo el paraguas
de una empresa que, en principio, nada sabía de todo esto, y el camionero de
Sevilla tampoco.
El
TS señala que es lógica la interceptación telefónica, pues, ex ante que un funcionario señale que un superior le ha sobornado
con la finalidad de dejar pasar un contenedor sin investigar, tiene toda la
apariencia de delito (se trajo tabaco pero podían ser inmigrantes ilegales,
droga, explosivos, etc.).
La
única pena es que no se haya recurrido por los condenados nada respecto a la
valoración de la deuda aduanera, para comprender mejor su mecanismo. En todo
caso, el contenedor, al ser abierto descubrió las 375.000 cajetillas de marcas
distintas y sin sellos de los impuestos.
Si la materia es de vuestro interés,
podéis seguir otros enlaces similares con las etiquetas que constan al final
del post o usando el buscador que aparece en el lateral derecho. También, si es
de vuestro gusto y deseáis estar informados al instante sobre las novedades de
este blog, podéis seguirlo suscribiéndoos en el lateral derecho del blog, o en
No hay comentarios:
Publicar un comentario